Para reivindicar nuestra naturaleza, debemos crear un ámbito sagrado externo e interno, donde el poder del Eterno Femenino, pueda manifestarse con libertad.
Debemos, a tal fin, equilibrar nuestras energías arquetípicas, de la y Luna, Venus y Júpiter, para poder recuperar la dignidad perdida y olvidada de nuestra única y divina esencia.
El ámbito sagrado externo es nuestro hogar y entorno en el que vivimos, por un lado, y es nuestro cuerpo, por el otro. Si tomamos consciencia de su verdadera magnitud en nuestra vida, éste se convierte en un Templo, donde el Espíritu debe ensayar el Amor en sus diferentes facetas y nuestro cuerpo ser venerado como el vehículo más digno para lograrlo. El ámbito sagrado interno, es nuestro mundo interior.
Debemos alcanzar niveles de comprensión superiores a los habituales y colorear nuestras emociones con sentimientos más puros y verdaderos, recuperar nuestra necesidad innata de Fe y obtener grados de delicadeza e intuición cada vez más sutiles.
Reivindicar la Maga subyugante y la Sacerdotisa que toda alma femenina lleva en su interior, será el intento que, con ideas claras y prácticas, iremos recorriendo juntas a partir de ahora en cada encuentro.
Muchas disciplinas ancestrales y algunas modernas, nos ayudan a cuidar nuestro cuerpo, nuesro corazón y nuestra mente.
Aprenderemos a discernir, con renovadas ideas ancestrales para crecer de adentro hacia afuera.
Los cambios son eternos y profundos, si los enraizamos en el Saber y en el Ser.
Hijas y hermanas del patriarcado, el perfume de una flor no ocurre de manera aleatoria, ni siquiera en el reino vegetal, sino que es la resultante de un proceso vital definido de la Sabia Naturaleza que no falla por conocer muy bien los parámetros que conducen a que determinada flor, tenga determinado exquisito perfume.
Nosotras podemos invocar y convocar nuestro propio perfume femenino, único y exclusivo, pero debemos comprender que existen planos arquetípios que conectan el Eterno Femenino con la Diosa Sagrada de nuestro interior. Sólo hay que remitirse a los planos que existen desde siempre y comenzar nuestra nueva siembra, para obtener nueva cosecha, un nuevo renacimiento.
Un cariño sincero a todas...
Susurros de Luna Clara
Debemos, a tal fin, equilibrar nuestras energías arquetípicas, de la y Luna, Venus y Júpiter, para poder recuperar la dignidad perdida y olvidada de nuestra única y divina esencia.
El ámbito sagrado externo es nuestro hogar y entorno en el que vivimos, por un lado, y es nuestro cuerpo, por el otro. Si tomamos consciencia de su verdadera magnitud en nuestra vida, éste se convierte en un Templo, donde el Espíritu debe ensayar el Amor en sus diferentes facetas y nuestro cuerpo ser venerado como el vehículo más digno para lograrlo. El ámbito sagrado interno, es nuestro mundo interior.
Debemos alcanzar niveles de comprensión superiores a los habituales y colorear nuestras emociones con sentimientos más puros y verdaderos, recuperar nuestra necesidad innata de Fe y obtener grados de delicadeza e intuición cada vez más sutiles.
Reivindicar la Maga subyugante y la Sacerdotisa que toda alma femenina lleva en su interior, será el intento que, con ideas claras y prácticas, iremos recorriendo juntas a partir de ahora en cada encuentro.
Muchas disciplinas ancestrales y algunas modernas, nos ayudan a cuidar nuestro cuerpo, nuesro corazón y nuestra mente.
Aprenderemos a discernir, con renovadas ideas ancestrales para crecer de adentro hacia afuera.
Los cambios son eternos y profundos, si los enraizamos en el Saber y en el Ser.
Hijas y hermanas del patriarcado, el perfume de una flor no ocurre de manera aleatoria, ni siquiera en el reino vegetal, sino que es la resultante de un proceso vital definido de la Sabia Naturaleza que no falla por conocer muy bien los parámetros que conducen a que determinada flor, tenga determinado exquisito perfume.
Nosotras podemos invocar y convocar nuestro propio perfume femenino, único y exclusivo, pero debemos comprender que existen planos arquetípios que conectan el Eterno Femenino con la Diosa Sagrada de nuestro interior. Sólo hay que remitirse a los planos que existen desde siempre y comenzar nuestra nueva siembra, para obtener nueva cosecha, un nuevo renacimiento.
Un cariño sincero a todas...
Susurros de Luna Clara
